Desarrollar una estrategia es asumir a dar respuestas a inquietudes y anhelos que posee una institución, ésta puede ser deportiva o indistintamente una empresa; pero que ambas tendrán la capacidad de programar actividades para alcanzar objetivos, será de una manera el faro adonde dirigirse y con qué procedimientos se realizaran.
Para ello, es clave conocer el entorno, el detalle de la cultura del lugar, inter e intra organización, de lo contrario, su desconocimiento llevara a ser un limitante que más tarde a más temprano, interrumpirá el proceso de mejora.
Estos conocimientos como la visión, misión y los objetivos serán los que marcaran el rumbo, para que todas las formas y las conductas se encaucen por el mismo sendero.
Solo a través de tener en claro esto, se podrá planificar y trabajar posibles soluciones, lograr ser más competitivos y armar un modelo de toma de decisiones donde primen la coherencia hacia los objetivos, ya sean éstos a corto, mediano o largo plazo.
Como en todo transcurrir hacia adelante, irán surgiendo dudas, inquietudes, también certezas que harán colocar en prueba la consistencia de la estrategia trazada. El análisis exhaustivo será la mejor fuente para estar preparados, ya que una dirección estratégica siempre posee ventajas y desventajas a considerar:
Las ventajas están comprendidas en unificar la orientación de la institución mediante la planificación. También en la reflexión y disciplina de pensamiento a largo plazo que se provocara y que estarán obligados las autoridades a negociar y centrarse en problemas de fondo.
Los inconvenientes podrán surgir en la aplicación de una excesiva burocratización y que eso haga disminuir y reducir la velocidad de los cambios, además de tener especial cuidado en la separación que podamos hacer en la organización entre los que planifican y los que ejecutan la estrategia, ya que esto pueda provocar un alejamiento de la realidad.
Transversalmente desde el momento del inicio hasta el transcurrir de una organización, existe un elemento fundamental y que será esclarecedor siempre, que es el de la buena comunicación: comunicar claramente, en buenos términos, con tonos acordes de armonía, con la palabra o de determinadas simbologías, etc., pero que posea un valor fuerte para que todos los involucrados conozcan el rumbo a seguir.
Las etapas metodológicas que toda dirección estratégica posee, servirán para brindarle control y coherencia al proceso, ellas son:
- Formulación de misión y visión
- Análisis estratégico
- Establecimiento de objetivos
- Formulación de estrategias
- Implementación y control de la estrategia.
Queda agregar a el texto narrado que el plan estratégico a desarrollar, por supuesto, basado sobre la dirección estratégica, debe estar presente en todo momento, ya sea de forma explícita o implícita, y específicamente en momentos puntuales en la vida de la entidad como, como pueden ser en situaciones de profundos cambios externos, en cambios en la orientación de la entidad, en procesos de ampliación, o reducción, importante de la actividad o en alteraciones en la relación con la propiedad, proveedores o clientes.
Deseando que estas líneas sean disparadores hacia una elaboración seria y con consistencia para aplicar en situaciones reales del día a día, con la convicción de que atravesando el proceso nos hace mejores.
Lic. Daniel Cinti